¡Hola a todos! A partir de esta semana, todos los Lunes publicaré un dato curioso sobre la crianza, maternidad, psicología infantil, educación y todo aquello que tenga que ver con el mundo de los padres. Ojo que éstos artículos no son escritos por mi, sino en su mayoría por periodistas de diarios – internacionalmente reconocidos – a quienes yo leo desde hace mucho tiempo. En pocas palabras, el post de los Lunes será básicamente un “repost” de algunas noticias interesantes que encuentro y que a veces solo están disponibles en Inglés, por lo que requieren traducción. Y para inaugurar ésta columna, les traigo un artículo escrito por Laura Clark del diario “Daily Mail”, ella nos da a conocer los resultados de un estudio realizado en los Estados Unidos que determina que una buena crianza es más importante que una buena educación escolar. Ustedes, ¿qué opinan?
UNA BUENA CRIANZA ES MÁS IMPORTANTE QUE UNA BUENA EDUCACIÓN ESCOLAR, así lo señala una investigación.
• La confianza , la buena comunicación y la participación activa en la vida académica de un niño “puede ayudarles a tener más éxito que enviándolos a una buena escuela”.
“Una buena crianza es más importante que una buena educación escolar para el éxito académico de un niño”, reveló un estudio.
Los niños y jóvenes se esfuerzan y se enfocan más en sus estudios cuando sus padres les ayudan con la tarea, enfatizan la importancia de la educación y asisten a los eventos escolares.
Los niños que asisten a escuelas de bajos recursos, pero que tienen a sus padres apoyándolos constantemente, tienden a superar a los alumnos que, por lo contrario, asisten a escuelas caras y de mucho prestigio pero que no tienen apoyo de sus padres ya que ellos se confían del sistema escolar, y no sienten la necesidad de participar en el aprendizaje y/o educación de sus hijos.
Los resultados de éste estudio advirtieron a los investigadores que la mejora de la movilidad de las clases sociales no podrá lograrse si solo nos enfocamos en arreglar el sistema educativo. Además de esto, se necesitan iniciativas que tengan como objetivo fomentar la participación de los padres en el aprendizaje y crecimiento de sus hijos.
Los investigadores evaluaron aproximadamente a 10,585 adolescentes procedentes de un millar de escuelas secundarias seleccionadas al azar en los Estados Unidos.
El estudio tomó en cuenta su rendimiento académico y la calidad de participación de los padres en sus vidas, lo cual es conocido como “capital social familiar”, así como también se tomó en cuenta el prestigio y nivel académico de sus escuelas o “capital social escolar”.
Los padres que demostraron transmitir altos niveles de capital social familiar fueron aquellos que regularmente revisaron las tareas, hablaron de la escuela con sus hijos y asistieron a las reuniones o eventos escolares.
Se cree que éstas son maneras en como los padres transmiten conocimientos e implantan valores en sus hijos.
Mientras tanto, las escuelas de mayores recursos o de alta calidad educativa aseguraron que el ambiente y la armonía en sus aulas fue propicio para el aprendizaje ya que mantuvo al mínimo cualquier tipo de comportamiento inadecuado. Además de esto, ofrecieron un montón de actividades extra-curriculares y mantuvieron contacto con los padres de manera regular.
Cabe destacar también que los maestros de estas escuelas reportaron una alta moral.
Los investigadores de la Universidad Estatal de Carolina del Norte encontraron que aunque las escuelas de mayores recursos ayudaron a elevar el rendimiento académico, la influencia de la familia es, sin duda, más fuerte de lo que se pensaba.
Los adolescentes con altos niveles de capital social familiar, pero con bajo capital social escolar tienden a rendir mejor en los exámenes que los alumnos que sí tienen un alto capital social escolar, pero al mismo tiempo un bajo capital social familiar, según el estudio, publicado en la revista Investigación y Estratificación Social y Movilidad.
El Dr. Toby Parcel, quien dirigió el estudio, señaló que “si bien la escuela y la participación de la familia son importantes, el papel que juega la participación de las familias es más fuerte cuando se trata de éxito académico”.
También señaló que los padres deben tomar conciencia de que son ellos quienes realmente juegan un papel crucial en la educación de los hijos.
“Nuestro estudio demuestra que los padres deben ser conscientes de lo importantes que son, e invertir más tiempo en sus hijos – revisarles las tareas, asistir a los eventos escolares y dejarles saber que la escuela es muy importante”.
“Allí es donde está la ganancia”, dijo el Dr. Parcel, quien a su vez dijo que los intentos por “arreglar” el sistema educativo ignoraron las décadas de investigación que insistían en la importancia de la familia.
“Nuestros hallazgos sugieren que los esfuerzos para aumentar el capital social escolar, como las iniciativas para reducir el tamaño de las clases o los intentos de crear programas para padres e hijos, probablemente tendrían un efecto beneficioso sobre los estudiantes”, indicó.
“Sin embargo, también encontramos que el capital social familiar tiene MAYOR influencia en el rendimiento del niño que el capital social escolar.”
Los padres que están involucrados en la educación de sus hijos se han ganado el apodo de “padres helicóptero”, ya que constantemente están protegiendo y ocupándose de sus hijos. A otros se les conoce como las “madres tigre”, porque empujan a sus hijos a lograr un alto nivel académico.
La investigación sugiere que los enfoques del estudio realizado son, por una parte, justificados.